Seguramente, desde que tienes un dispositivo Android,
en alguna ocasión se te habrá abierto una ventanita “sola” en el
dispositivo, indicándote que tienes una actualización disponible, la
aceptas y de forma transparente tu terminal dispone de nuevas mejoras o
correcciones a bugs anteriores, o simplemente has escuchado hablar alguna vez de la “OTA” y no sabes qué es, ni si lo tienes o para qué vale. Aquí te lo voy a explicar.
OTA son las siglas en inglés de Over The Air o “por el aire”, y hace mención a la forma en la que llega la actualización de firmware
a tu dispositivo, a través de una conexión de datos Wi-Fi, casi sin
intervención del usuario y sin necesidad de otros procedimientos más
complejos como el Hard Reset.
Este sistema funciona de la siguiente manera:
Una vez que el fabricante del terminal tiene listo un paquete de actualización,
lo sube al servidor OTA y lo habilita para que esté a disposición de
los usuarios. Aquí el fabricante “marca” la versión mínima que tiene que
tener el firmware instalado en el dispositivo para que la
actualización pueda ser llevada a cabo. Después explicaré por qué no
todas las actualizaciones pueden ser vía OTA.
A continuación, el terminal se conecta al servidor de
actualizaciones, y compara la última actualización disponible para ese
dispositivo con la versión actual instalada. Si la que está disponible
en el servidor es una versión mayor, avisa al usuario y éste permite la
descarga del archivo:
Una vez que el archivo está descargado, la aplicación de
actualización avisa de ello y, cuando el usuario acepta, ésta le informa
de las modificaciones que se llevarán a cabo e instala todos los
archivos necesarios en la memoria ROM, reconfigurando el teléfono. Así,
al iniciarse de nuevo, la nueva versión de la ROM estará instalada y en
pleno funcionamiento, sin necesidad de pérdida de datos, si todo sale
bien:
Pero, en alguna ocasión, seguramente habrás escuchado que para tu
terminal existía alguna actualización, una nueva versión de Android que
estabas esperando y todo el mundo la tenía menos tú, pero a ti no te
saltó el aviso de OTA. ¿Por qué a mí? te habrás preguntado… Puede que no
haya sido sólo a ti, sino que no le haya saltado a nadie. ¿Por qué? ¿De
qué sirve la OTA si luego no se actualiza de esa forma? Muy sencillo: no siempre se puede actualizar por OTA.
Normalmente la actualización vía OTA es factible, pero hay ocasiones en las que no. Si llevas un tiempo en la comunidad bq
te sonará aquello de que, cuando se cambió de la versión de Android 4.0
(Ice Crem Sandwich) a la 4.1 (Jelly Bean), tanto en tabletas como en
teléfonos la OTA no avisó y fue necesario hacerlo por hard reset. Este tipo de situaciones se deben a los tipos de cambios
efectuados en el sistema operativo, cosas que no se pueden hacer con él
en marcha y que conllevarían una pérdida de datos de la memoria del
terminal. Éste es un buen ejemplo de ello. Al pasar de ICS a JB, el
sistema de particionado de la memoria de Android cambió, y una versión
no podía trabajar con la forma en la que estaban hechas las particiones
en el sistema anterior (JB); deshacerlas conllevaba la pérdida de datos
por un lado, y por otro que el sistema operativo no estuviese en marcha,
cosa que sólo se puede lograr haciéndolo desde fuera con el PC.
En cualquier caso, lo más recomendable siempre es hacer una copia de seguridad de tu dispositivo, por si algo falla, para no perder todos los datos de tu terminal.
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